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Cazapeonzas comienza su camino buscando la forma de transformar miradas, de romper barreras mentales y miedos que hacen que las personas estén separadas en función de sus capacidades y discapacidades. Se pone el foco en la infancia, con el objetivo de que las nuevas generaciones crezcan felices en diversidad. Este proyecto es un camino de aprendizaje infinito y es por ello que Cazapeonzas es un proyecto vivo, con muchas curvas, reflexiones y cambios. Sin embargo, al margen del enfoque de cada momento, nuestra alma está presente en todos ellos.
1 Cuando comenzamos a soñar con el proyecto Cazapeonzas, lo visualizábamos como un gran lugar en el que cualquier persona, independientemente de sus capacidades o discapacidades, pudiese participar. |
2 Un centro cultural y de investigación en el que personas con distintas capacidades nos encontraríamos, ya fuera trabajando o disfrutando de alguna actividad. Un lugar lugar en el que también se facilitaría la conciliación familiar y las relaciones intergeneracionales. |
3 Este lugar soñado ofrecería productos, servicios y talleres de calidad hasta convertirse en un sitio al que las personas quisieran ir. En él, conseguiríamos que se rompiesen las barreras y los prejuicios que nos separan. El Cazapeonzas soñado cada vez se hacia más grande, y con él nuestra inexistente inversión y riesgo. |
4 Llegó un día en el que detuvimos el tiempo, nos sentamos y pensamos: ¿y si en vez de por el tejado empezamos por los cimientos? Y de esta manera, comenzamos de nuevo. Dimos un gran giro y nos centramos en pensar cuál podría ser el punto de partida. |
5 Cimentamos nuestra empinada escalera para, poco a poco, ir subiendo. Sí, intentaríamos meditar y aprender en cada paso para subir de una forma más segura. |
6 El día 3 de diciembre, Día Internacional de las Personas con Discapacidad, lanzamos nuestra página web con un blog asociado a ella. Intentamos por todos los medios contar con desarrolladores expertos en accesibilidad web, pero por falta de presupuesto tuvimos que posponerlo y resolverlo de la mejor manera que sabíamos. |
7 Trabajo en uno de los Centros Polibea de Daño Cerebral, dentro del proyecto Manualia. Allí, fabricamos puzles de madera que encajan en la línea de Cazapeonzas. Éstos fueron los primeros productos de Cazapeonzas, a los que se han unido cuentos y productos en la línea de aprender jugando. Unos son de centros como el nuestro; otros, de diferentes artesanas. |
8 Comenzamos a itinerar por distintas ferias y lugares de venta, vendiendo nuestros productos. Esto nos sirvió para ir conociendo a distintas entidades y surgió la oportunidad de comenzar a desarrollar y ejecutar distintos talleres. |
9 Nuestras peonzas 100% benéficas son para los proyectos de “Parques Accesibles” que realiza Fundación Lukas en distintos colegios. Queremos apoyar y dar voz a proyectos que trabajan por el juego y la educación inclusiva. Para explicar los valores de nuestros productos, generamos unos dibujos de peonzas en diferentes colores vinculados a estos valores. |
10 Intentamos que nuestros talleres y cuentacuentos sean lo más accesibles posibles para que cualquier persona pueda participar. Desde el primer momento, nos asociamos con la cooperativa 13signos y, gracias a ellos, la lengua de signos siempre ha estado presente. |
11 En nuestro camino, tuvimos la suerte de conocer al equipo de La cabeza del Rinoceronte. Además de empezar a vender sus libros, unimos corazones y empezamos a colaborar regularmente, siendo Raúl uno más del equipo. Junto con Raúl, estamos desarrollando un plan para Colegios de Madrid. |
12 El pasado mes de marzo, se alinearon los astros y abrimos las puertas de nuestro primer espacio físico en la Calle Modesto Lafuente 16. Gracias a este lugar, estamos ampliando nuestra red de artesanos locales que trabajan para aprender a través del juego. |
Cazapeonzas no sería posible sin la colaboración de muchas personas y entidades maravillosas:
Pablo González-Valcárcel; Pablo Sanz; Celia Rodriguez; Elena Novillo, de Economistas Sin Fronteras; César Gómez Veiga de Heliconia, Iñigo Bandres de Sumando, Raúl Águirre y el equipo de La cabeza del Rinoceronte, Sara, Dani y Serxo de 13Signos, Diana de Reas Madrid, David, Marta, Gema de Manualia, María Bandrés de Down Madrid, Seryes, Acciumred, Equipo de Presuntos Razonables, Mercado de las Ágoras, Som Energía, Fundación Lukas, Fundación Ande, Mercado Social de Madrid, y las distintas editoriales (La topera, Kalandraka, Zorro rojo, Tralari, Juventud, Kokinos…)
Y por supuesto a mi familia, en especial a mis hijos Teo y Iago, y cada uno de los niños y niñas de los que aprendo cada día a ver el mundo sin filtros.