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Vista superior de varias personas (menores) sentadas sobre un suelo rocoso. Dos de ellas sostienen entre sus manos lápices y portapapeles. Uno de los portapapeles tiene impreso el texto: 'Museo de la naturaleza'.

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Museo de la Naturaleza

Bajo el programa de formación de Ludantia «Entorno y Bienestar Humano», desarrollamos este curso a partir de las premisas de la psicología ambiental de José Antonio Corraliza. Realizamos un proyecto piloto de estimulación ambiental que llamaremos «El museo de la naturaleza»; el museo más extenso del mundo. Un museo a la vez global y local, con exposiciones temporales y permanentes.

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Bajo el programa de formación de Ludantia «Entorno y Bienestar Humano», desarrollamos este curso a partir de las premisas de la psicología ambiental de José Antonio Corraliza. Realizamos un proyecto piloto de estimulación ambiental que llamaremos «El museo de la naturaleza»; el museo más extenso del mundo. Un museo a la vez global y local, con exposiciones temporales y permanentes.

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Originalmente, los museos eran edificios griegos dedicados a las musas, de ahí su nombre. Lugares para la inspiración. Más tarde, los egipcios los convirtieron en lugares donde guardar cosas de valor, tesoros. Desde nuestro enfoque, el edificio es la propia naturaleza, que se convierte en museo a través de la atención y el cariño que le presta el grupo que la visita.

Con seguridad, este museo es el más sensorial de todos los museos.
Y se diferencia del resto porque, aquí, en él, se puede tocar, oler, escuchar e incluso saborear.